El autor ha querido plasmar la esencia misma de la Romería, siendo los protagonistas indiscutibles la Virgen y el Niño, representados con toda la devoción y amor que se les profesa. El Niño aparece enmarcado en la emblemática e inconfundible carreta del Simpecado de filial granadina,un símbolo de fe y tradición rociera.
La taracea que sirve como fondo a la composición, simboliza la riqueza cultural y artística de esta tierra andaluza. Al igual que las piezas de madera finamente talladas y ensambladas en este meticuloso arte, representando a las personas diversas que, juntas, conforman un espectáculo de belleza y devoción del camino hacia la Virgen del Rocío en Hermandad.
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