La Parroquia Jesús Divino Obrero, ubicada en la barriada del Sector Sur popularmente conocida como “El Cerro” de Córdoba, ha sido la elegida para ubicar al nuevo Cristo de la vida eterna. Se trata de una obra del escultor cordobés Manuel Martín Boíllo, cedida a la diócesis de Córdoba y que, a través de la directora del Museo diocesano de Córdoba, María José Muñoz, y el Párroco, Antonio Murillo, ha sido designada para este templo del Sector Sur.
El obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández, bendijo la Imagen elogiando la belleza de la misma durante una celebración eucarística en la que se dieron cita todos los grupos y movimientos que forman parte de la Parroquia: Pastoral Gitana, Camino Neocatecumenal, catequistas y miembros de las Hermandades y Cofradías del Cristo del Amor, entre otros.
El pastor de la Diócesis, en su homilía, puso de manifiesto una confianza del imaginero respecto a su inspiración para hacer esta Imagen. Y es que Manuel Martín le desveló que la realizó al morir su padre y entender que Cristo abrió sus brazos para acogerle, de ahí la representación del Cristo de la vida eterna que ya luce en el arco central de las naves laterales de la parroquia Jesús Divino Obrero.
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