El Cautivo de Granada presidió el Vía Crucis de la Federación de Hermandades en la Catedral

La Hermandad de Jesús Cautivo y María Santísima de la Encarnación ha sido la protagonista de este Primer Vía Crucis de Cuaresma en la ciudad de la Alhambra. La efigie que tallara el sevillano Dubé de Luque, ponía el sabor clásico del Vía Crucis Oficial de la Federación de Hermandades y Cofradías al amparo de las naves catedralicias, las cuales ofrecieron el marco incomparable para una noche inolvidable.

No era la primera vez que la Imagen del maniatado presidía el Sagrado Vía Crucis. En 2007 lo hizo por primera vez y este año confrontaba, también, con la Hermandad de la Concepción, tras haberlo solicitado, cuyo Titular, Nuestro Padre Jesús del Amor y la Entrega, cumplía también cuarenta años desde que Miguel Zúñiga tallara la Imagen.

Sin embargo, la propia Imagen de Jesús Cautivo salía elegida para acudir a la tradicional cita de los primeros días de Cuaresma. Lo hacía con el traslado desde su sede canónica, el Monasterio de la Encarnación, hacia la Santa Iglesia Catedral de Granada entronizado sobre las andas de la Hermandad del Huerto de Granada, las cuales contaban con cuatro guardabrisas de la Hermandad de la Virgen de la Cabeza de Churriana de la Vega y dos faroles de la Hermandad del Rescate.

El Vía Crucis contó con la participación mayoritaria de las Cofradías de la ciudad, cuyo rezo fue de la mano del Arzobispo capitalino, Mons. José María Gil Tamayo junto con el Deán Eduardo García, el canónigo Antonio Muñoz, el consiliario de la Federación, José Gabriel Martín, y el consiliario de la Hermandad, Francisco del Barco. Asimismo, la Fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada ha tenido a bien colaborar a través de las reflexiones que han acompañado al rezo de cada una de las estaciones, las cuales han tenido presentes las necesidades de esta entidad religiosa