sábado, 27 de marzo de 2021

Jesús Nazareno de la Villa de Osuna (Sevilla) recupera la túnica de brocado morado


La Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Osuna (Sevilla) atesora un vasto bagaje histórico que se traduce, sobre cualquier otra consideración, por acaparar todo el fervor de su Villa y, más allá de sus fronteras, la Imagen de su Titular sobresale por ser una de las más logradas representaciones del Nazareno en Andalucía. Su imagen, por tanto, fue sido reproducida en las artes desde muy temprano: en las reglas de 1635 aparece en una pequeña vitela de forma idealizada y, en 1747, el platero cordobés Bernabé Sánchez de los Reyes lo labró en la corona de Nuestra Madre y Señora de los Dolores. Sin embargo, no será hasta mediados del siglo XIX con la invención de la fotografía cuando su Imagen se reproduzca masivamente. Es entonces cuando lo vemos por primera vez, un Jesús Barroco que mantiene intactos los elementos de la Semana Santa de esa época: su trono cargado por tranquillas, elevado sobre un monte rocoso y vestido como Rey, con la soberbia túnica roja de cola, que entonces era morada; ayudado por Simón de Cirene. Así lo vieron por última vez los frailes mínimos antes de marcharse por la exclaustración de Mendizábal. 

Después de unos años, aparecerá el Jesús Romántico, procesionado en un trono donde “los cargadores o los hombres” iban debajo, vestido con la magistral túnica de cola bordada por la gran Patrocinio López en 1881. Ante este Jesús Nazareno y su devoción de calles y balcones colmadas de criaturas quedaron asombrados Arthur Engels y Pierre Paris, los franceses que entonces rastreaban los orígenes íberos de la Villa hasta que pararon sus excavaciones para fotografiarlo, ellos mismos, en la mañana del Viernes Santo.

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