En Motril han comenzado los tradicionales actos religiosos con motivo del Voto de la Ciudad a su Patrona la Virgen de la Cabeza con motivo de los terremotos de 1804 y 1884.
Esta tradición surge del pasado siglo XIX en el que ante estas catástrofes los motrileños sacaron a la calle a la Virgen de la Cabeza y a Ntro. Padre Jesús Nazareno.
Nos adentramos en el año 1804 concretamente el día 13 de enero. La tierra comenzó a temblar a las 17:30 horas. Sacudió fuertemente esta ciudad granadina este terremoto que tuvo su origen en el mar. Posteriormente se repitieron varias replicas que mantuvo a la población preocupada.
El Ayuntamiento, la Alhóndiga, numerosas casa particulares, la Iglesia Mayor de la Encarnación muestran desperfectos en su estructura. Este Templo sufrió daños en su torre que quedó cuarteada hasta sus cimientos y finalmente tuvo que ser demolida junto con el baluarte del coro que estaba desplomado. Ante el temor de nuevos movimientos sísmicos se trasladaron las imágenes a la Iglesia de la Victoria donde quedó expuesto el Santísimo.
La población abandonó sus casas y se fueron a la vega de Motril a cielo abierto ante el peligro de derrumbe de las casas. Parecía un improvisado campamento en el que los ciudadanos rezaban para que la situación volviera a la normalidad ya que se sucedían pequeñas sacudidas.
El fervor de esta población de la Costa Tropical hace que saquen en procesión a la Virgen de la Cabeza y a Ntro. Padre Jesús Nazareno para pedir la intercesión para que remitieran los terremotos.
Finalizados estos momentos de adversidad, los motrileños se lo agradecieron a estas Sagradas Imágenes. La municipalidad recogió el sentir de sus ciudadanos y acordó celebrar voto perpetuo por la finalización de esta catástrofe natural.
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