Las naves de la Catedral de Sevilla han vuelto a acoger en la mañana de ayer lunes el acto conmemorativo de la reconquista de la ciudad de Sevilla para la cristiandad, algo que sucedió el 23 de noviembre de 1248, festividad de San Clemente Papa. La espada de Fernando III, la Lobera, fue entregada al alcalde de Sevilla, Juan Espadas, que la ha custodiado mientras se han prolongado los actos que el Cabildo Catedral organiza a pocos metros de la tumba donde descansan los restos del Rey Santo.
El programa de esta jornada comenzó a las 09:30 horas con el rezo de laudes. A su término, los canónigos salieron desde la zona aledaña a la tumba de Cristóbal Colón en dirección a la Capilla Real. Allí fue donde se procedió a la entrega de la espada centenaria al alcalde, tras la lectura de la fórmula de pleito homenaje.
La procesión, que este año se ha visto reducida de forma llamativa como consecuencia de las cautelas que hay que mantener a cuenta de la pandemia del coronavirus, se dirigió al Altar Mayor, con escalas en las esquinas de las puertas de Palos, Baptisterio y San Miguel, donde "la Lobera" y la reliquia de San Clemente fueron incensadas. La Misa fue presidida por el Deán del Cabildo, Teodoro León. A su término, el alcalde devolvió la espada en la Capilla Real, con el cierre de la fórmula de pleito homenaje.
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