Se cumplieron ayer XXXIII Años de la Coronación Pontificia de la Esperanza de Triana. Fue el 2 de junio de 1984 cuando Sevilla fue testigo de uno de los acontecimientos más multitudinarios desde el punto de vista cofrade que se recuerdan. Aquel día fue coronada Nuestra Señora de la Esperanza de Triana. Una coronación que fue el punto culminante de una secuencia de acontecimientos que se inició oficialmente con la concesión de la Bula Pontificia otorgada por Juan Pablo II el 7 de abril de 1983, en virtud de la cual la Virgen de la Esperanza sería objeto de la única coronación pontificia que ha tenido lugar en Sevilla. El 2 de junio de 1984 quedó grabado con letras de oro en la historia de las Hermandades, en la historia de Sevilla y especialmente en la historia de Triana.
Una efemérides que fue conmemorada por la Corporación de la Madrugá este viernes a partir de las 21:00 horas en la Capilla de los Marineros del popular barrio trianero, donde se celebró la Solemne Eucaristía con tal motivo, que presidió Ángel Puentes Arenal. Durante la Solemne Eucaristía se entregaron los cuadros conmemorativos a los hermanos que llevan 50 años de pertenencia ininterrumpida a la Cofradía trianera.
La previa de aquella cita histórica, el día 1 de junio de 1984, una auténtica muchedumbre acompañó a la Esperanza en su camino de ida a la Catedral. Una locura de fieles, devotos, trianeros venidos desde barrios más lejanos, y de toda la Sevilla cofrade que se alegraba porque, al fin, la Virgen de la Esperanza iba a ser coronada. Se sucedían las calles abarrotadas en una Triana engalana, un barrio del Arenal que esperaba a su Esperanza y una Catedral con dos Arzobispos que habían hecho posible el sueño. La Esperanza ya estaba en Sevilla, y ni la lluvia quiso perderse lo que el Santo Padre desde Roma dictaminaba: que Nuestra Señora de la Esperanza iba a ser coronada.
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