No faltaba un detalle: La candelería encendida, la plata reluciente, los ramos de florales de Calas blancas emanando aromas de Domingo de Ramos por la feligresía, y la Señora exquisitamente vestida por Grande de León y entronizada en su imponente paso de palio, reestrenando la resplandeciente corona tras su restauración.
A las 12:00 horas el Arzobispo Emérito de Sevilla, Mons. Asenjo Pelegrina presidía la Función de Acción de Gracias y bendijo la remozada corona que fue impuesta, de nuevo, a María Santísima de Gracia y Esperanza.
Por la tarde, a las 18:00 horas, se abrieron las puertas de la Parroquia de San Roque para dar paso al cortejo procesional de la extraordinaria de Gracia y Esperanza. Cinco horas estuvo la Señora de la Plaza de Carmen Benítez paseando por su barrio, pasando por la calle que lleva su nombre y de ahí a la Parroquia, siempre acompañada de sus hijos y devotos.
Eran las 23:02 horas cuando la Dolorosa de San Roque entraba en la Parroquia y se cerraban las puertas de la misma y de los actos conmemorativos de la Imposición de la corona.

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