La importancia de la oración y el ejemplo de María como “modelo y paradigma de una oración sin desfallecer” han centrado la homilía del Nuncio Apostólico en España, Mons. Bernardito Cleopas Auza, durante la celebración de la Misa de Ofrenda de Frutos a María Santísima de Araceli, Patrona de Lucena (Córdoba) y del Campo Andaluz, celebrada ayer en el Real Santuario Diocesano de Aras.
Durante la celebración de la eucaristía concelebrada por el Obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández González, con la participación del vicario episcopal de la Campiña, Jesús María Moriñas, el Nuncio Apostólico resaltó que “en María encontramos la confianza en Dios apoyada en la Bondad Divina que se ha manifestado en la Cruz”, destacó que la “oración debe mantenerse en la fidelidad” e incidió en que “la fidelidad de María, Ara Coeli, Araceli, tenemos la ofrenda de vida de su hijo para entrar en su reino”.
Finalizó diciendo que “a Ella le pedimos se muestre siempre aquí, que Ella bendiga el progreso temporal de Lucena y de todos sus habitantes”.

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