La Divina Pastora de las Almas de Córdoba presidió un bello risco para la celebración del Solemne Triduo en su honor. El equipo de Priostía recuperó para estos cultos el montaje del risco, una escenografía sacra efímera que creó fray Isidoro de Sevilla a comienzos del siglo XVIII para la celebración de las fiestas en honor a la Divina Pastora. A través de la prensa local y de fotografías de la primera mitad del siglo XX sabemos que la Sagrada Virgen presidió para sus antiguas novenas impresionantes riscos en el Altar Mayor de la Iglesia conventual del Santo Ángel.
En cuanto a su simbología, el risco no sólo es la recreación de un paraje natural, sino un compendio de símbolos que nos acercan más a María como Madre del Buen Pastor. El propio risco está dominado por una profusa vegetación: la verdura es una metáfora del pasto eucarístico, en contraposición a los cardos y zarzas que simbolizan los pecados de los seres humanos, representados a través de las ovejas que habitan en las faldas del monte.

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