El 1 de enero de 1930, S.A.R. Doña Esperanza de Borbón y Orleans, Hermana Mayor Honoraria de la Hermandad de la Macarena, hace un llamamiento “a los macarenos, a los sevillanos, a los españoles…” firmando para ello un texto redactado por el canónigo José Sebastián y Bandarán; y al igual que la Reina María Cristina inició la suscripción para el manto de malla su hijo el rey Alfonso XIII abre la suscripción para el nuevo manto para la Virgen de la Esperanza con un donativo de mil pesetas. Se trata del famoso manto de tisú, una de las obras esenciales de Juan Manuel Rodríguez Ojeda para la Reina del Arco, como se ha encargado de rememorar en el perfil en una conocida red social Santiago Álvarez, hermano de la Corporación hispalense.
Álvarez, que ha puesto en valor que "la devoción a la Virgen de la Esperanza nunca ha entendido de diferencias de clases, ni de edad, ni de ideologías; todos hemos cabido siempre bajo su maternal manto", ha recordado que el manifiesto finalizaba exhortando: "¡Sevillanos, que el manto de la Madre nos junte a todos en un mismo sueño; que al verla pasar, en la madrugada solemne y augusta, todos podamos mirarla con emocionado orgullo al pensar que en su manto va el afán de un día, de una hora, de un minuto de nuestra vida! Seamos sembradores en esta siembre y obreros de esta obra. Si ya lo somos en el afanoso laborar por la grandeza de Sevilla, seámoslo también para rendir nuestro más ardiente tributo a la excelsa Señora, en la que nuestro pueblo ve representadas la Belleza y la Gracia infinitas, y cuyo nombre, mezclado con el de nuestra ciudad querida, corre el mundo en labios de las gentes entre exclamaciones de asombro y maravilla".
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