Una familia afincada en Linares, en la provincia de Jaén, ha descubierto por casualidad que la imagen que adquirieron en un conocido anticuario de Sevilla es obra de Emilio Pizarro, el conocido imaginero que nació en la segunda mitad del siglo XIX y se convirtió en todo un referente dentro y fuera del mundo cofradiero. La imagen, una Dolorosa de tamaño académico, fue adquirida con manto y saya además de una destacada diadema perteneciente a la centuria decimonónica ejecutada en plata de ley.
La familia, tras adquirirla, le rinde culto de forma privada y fue hace unos días cuando decidieron contactar con una restauradora para que esta actuara sobre todo en la parte superior del rostro, cambiando las pestañas. Esta observó que la imagen no solamente conservaba su policromía original, sino que en el interior de la misma había una firma que ha revelado la autoría de la Virgen. Así pues, aparecía una leyenda que recoge “Emilio Pizarro Sevilla”.
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