La devota imagen de María Milagrosa tiene una trascendencia histórica de grandes dimensiones en la localidad cordobesa de Nueva Carteya. Tras el golpe de Estado del 18 de julio de 1936, más de una treintena de hombres fueron retenidos por milicias republicanas en la Parroquia de San Pedro Apóstol, procediendo a desmantelar apresuradamente el crucero del templo. Durante varios días colmaron las naves de alpacas de paja desde las cubiertas de la iglesia con el fin de prender fuego con los rehenes en el interior, si bien la pronta llegada del bando nacional conseguiría frenar el trágico suceso.
Ahora han sido los imagineros cordobeses Juan Jiménez González y Pablo Porras Castro los encargados de llevar a cabo una exhaustiva restauración de manera desinteresada, con el fin de recuperar el máximo esplendor pictórico dela pieza. Tras lijar las policromías, se lleva a cabo el estucado y policromado de la imagen con la técnica clásica de óleo. Además, la talla ha sido enriquecida con decoraciones ornamentales, tanto en el vestido como en el borde del manto. Igualmente se han añadido puntillas de oro como remate en todos los tejidos. Estos escultores consiguieron aumentar su fama profesional en el panorama cofrade con la autoría de los Titulares de la Hermandad de la Quinta Angustia de la Ciudad de San Rafael.

No hay comentarios:
Publicar un comentario