Ha sido a la conclusión de la reunión de la Junta Local de Sevilla prevista para preparar los planes de seguridad especial de las fiestas de primavera de la capital, cuando el alcalde Juan Espadas y el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, han comparecido ante los medios para ofrecer su visión de la que ha de ser la Semana Santa más protegida de la historia. Así lo exigen las circunstancias. La amenaza terrorista que sobrevuela desde hace décadas cualquier celebración con una afluencia masiva como está se ve potenciada en los últimos tiempos por el terrorismo de corte yihadista.
En este sentido, el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, ha puesto de manifiesto el objetivo prioritario de las fuerzas de seguridad es preservar la integridad física de sevillanos y turistas en una semana en la que se producen las mayores concentraciones de personas de todo el año. Además ha dejado claro que el dispositivo de seguridad previsto es el más potente de la historia y para desarrollarlo se pondrán todos los medios posibles a disposición de quienes tienen la responsabilidad directa de salvaguardar y proteger a los ciudadanos.
El dispositivo movilizará a 3200 agentes, entre Policía Nacional y Guardia Civil y Policía Local, lo que implica un 12% más que en 2016. Un dispositivo que volverá a repetir la relación de 17 zonas prioritarias con medidas especiales de prevención, por su especial idiosincrasia, entre las que destacan el cruce del Arenal y las cuestas del Rosario y del Bacalao. En relación a las vallas que tanta polémica despertaron el año pasado, el alcalde ha confirmado que en las zonas más conflictivas volverá a repetirse esta medida, valorando positivamente el resultado del año anterior. Finalmente, el tráfico quedará cortado en la Campana desde el Sábado de Pasión al Domingo de Resurrección permitiendo únicamente el acceso para carga y descarga.
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