Sevilla vivió ayer momentos de emoción, recogimiento, entrega al Señor del Gran Poder, porque como dice el sevillano de a pié: "al paso del Señor hay que callar" . Con su paso característico, los costaleros llevaron al Gran Poder hasta la Catedral repartiendo misericordia por las calles por donde transitó la Imagen, algunas de ellas la primera vez en la historia de la Hermandad que el Señor del Gran Poder las pisaba.
Puntual como es característica del Señor del Gran Poder, a las 19:30 horas estaba saliendo la Imagen de su Basílica y cerca de las 21:40 horas entraba en la Catedral, anunciándolo a Sevilla el volteo de campanas de la Giralda. La misma que llamaba a la oración al musulmán, anunció a la Sevilla creyente que el Señor que rige los destinos de la ciudad, la mayor devoción del sevillano, entraba en el Templo Mayor de la ciudad y cuarto de la cristiandad.
A las 19:00 horas la Basílica Menor del Gran Poder de Sevilla abrió sus puertas y comenzó a desfilar el cortejo que acompañó al Señor hasta la Catedral Hispalense, donde permanece hasta mañana sábado que se celebrará el Jubileo de las Hermandades y Cofradías de Sevilla. Unos 800 hermanos
alumbraron en caminar del Señor, junto a ex-Hermanos Mayores y actual Junta de Gobierno.
Sevilla se echó a la calle para presenciar el paso del Señor del Gran Poder. Junto a los sevillanos se unieron personas llegadas de cualquier punto de la provincia y de la Comunidad Autónoma que no quisieron perder la oportunidad de ver al Gran Poder en la calle en la tarde de un jueves.
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