Nursia, la localidad italiana que vió nacer a San Benito Abad en el 480, es la localidad más afectada por el temblor del domingo, la Basílica de San Benito y la Catedral de Santa María Argentea quedaron totalmente destruidas. Los monjes de la Basílica dieron la primera voz de alarma con un mensaje en Twitter en el que anunciaban que el templo había quedado totalmente destruido. Al mismo tiempo, hicieron público un comunicado en el que notificaban que se encontraban bien, “pero nuestros corazones están muy afectados, y estamos tratando de averiguar si alguien se encuentra en la necesidad de recibir la extremaunción”.
En el interior de la Basílica quedaron atrapadas varias religiosas y fieles que asistían a Misa. El equipo de bomberos desplazado al Templo pudo rescatarlos a todos, seis de ellos heridos aunque ninguno de gravedad.
La Basílica de San Benito Abad es un templo construido entre los siglos XIV y XVI sobre una estructura anterior. Su cripta es una antigua construcción del siglo I donde, según la tradición, vivió el Santo Patrón de Europa. La Catedral de Santa María Argentea se construyó en el siglo XVI también sobre restos de un templo anterior y una edificación de época romana imperial.
Pocas horas después del terremoto, los monjes de Nursia, junto con religiosas y vecinos, se congregaron en la plaza situada frente a la Basílica de San Benito para rezar de forma conjunta.
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